Ha sido, sin duda, una jornada para todos los públicos. Niños y grandes se han podido sumergir en la Edad Media con una sucesión de actividades: la iglesia acogía un taller de escribanía, en el que, además de poder apreciar de cerca el trabajo de los copistas medievales, acompañada de la expsición de sendos facsímiles de dos códices emblemáticos, el Vidal Mayor aragonés y las Cantigas de Alfonso X y otro taller de bordados y trabajos de telas medievales. En el patio exterior se podían aprender y competir en juegos medievales. También el patio acogió la escenificación de varias escenas guerreras, un combate de espadas, una leva de soldados y los movimientos en combate de las huestes. Los más pequeños han disfrutado también de los cuentacuentos dramatizados ‘El cocinero Chichibío’ y ‘El cuento de las Tres Brujas’.
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